sábado, 26 de septiembre de 2015

Donde las manos y el espíritu se encuentran

El uruguayo Diego Sánchez, referente local, aprendió el shiatsu en Estados Unidos, donde se utiliza como tratamiento para pacientes de trasplantes

Diego Sánchez comenzó a trabajar junto al famoso Dr. Oz, conductor de su propio programa en la señal de cable FOX
Las formas en las que las personas se sienten a sí mismas cambia a medida que lo hace su entorno, lo cual depende de una infinidad de factores.
Desde hace algunas décadas, en muchas partes de las sociedades occidentales, las concepciones de salud y enfermedad están dando un giro hacia formas más integrales de lo que se entiende como bienestar.
La medicina occidental ha tendido históricamente a tratar las dolencias de las personas de forma aislada y cada vez más especializada. Si alguien se cae y se fractura la pierna, seguramente acuda al traumatólogo, quien es muy probable que lo envíe a casa con la pierna enyesada y tomando algún analgésico.
Quien más, quien menos a día de hoy tiene una cobertura médica aceptable. Esto, ligado a otro tipo de seguridades –como el alimento o el alojamiento– que se dan por sentado, están haciendo que cada día más gente se pregunte por qué, a pesar de todo, no se siente del todo bien.
“Estar bien” ya no significa solamente no padecer dolencias físicas, sino que para muchos el bienestar está ligado a lo psicológico o anímico. Una manifestación de esta necesidad es el hecho de que cada día estén más en boga diferentes tipos de terapias alternativas que tratan simultáneamente tanto lo corporal como lo espiritual.

El milenario arte de la sanación
Esta forma de concebir al ser humano es la que tiene Diego Sánchez, un reconocido experto en shiatsu y otras formas de terapias integrales.
Visto desde afuera, el shiatsu funciona haciendo presión con los dedos en distintas  partes del cuerpo del paciente, aunque en realidad el mecanismo resulta mucho más complejo.
Como explica Sánchez, es un tipo de terapia corporal que, basada en un sistema organizado, permite a través de las manos hacer efecto en las funciones energéticas.
Según esta medicina tradicional china con más de 4.000 años de historia, las funciones energéticas son claves y atañen a lo físico, lo mental, lo emocional y lo espiritual, todos ellos niveles que están íntimamente relacionados.
Así, cualquier dolencia que se padezca será síntoma de un estado general de la persona, y cuando se trabaje, deberá hacerse considerando la parte afectada, pero sobre todo el conjunto.
Tal como afirma Sánchez refiriéndose a su forma de trabajar: “no importa donde estés, estás trabajando en todo. Toda la información está en todos los lados”.
De acuerdo a esta perspectiva, los órganos del cuerpo cumplen funciones energéticas en distintos niveles.
Por ejemplo, el hígado tiene la función de almacenamiento y desintoxicación. Hace una depuración física de la sangre que depende de diferentes factores, pero además es el encargado de la desintoxicación emocional, mental y espiritual. Entonces, cuando el shiatsu trabaja con el hígado, lo hace con la función de desintoxicación a todo nivel.
Como cuenta este terapeuta, puede suceder que una persona tenga un problema de desintoxicación física por cuestiones relacionadas con emociones tóxicas como por ejemplo la rabia.

De modelo a terapeuta 
Diego Sánchez ahora viaja constantemente para dar conferencias, o imparte talleres de especialización con alumnos que vienen de diversos lugares del mundo, conoció el shiatsu cuando apenas tenía 25 años.
En aquella época se dedicaba a hacer de modelo para moda y publicidad. Estaba trabajando en París, y en uno de los descansos una maquilladora que estaba estudiando este tipo de terapia le preguntó si podría practicar un poco con él.
Aquellos minutos cambiaron el rumbo de su vida. Diego Sánchez cuenta como al terminar, cuando se levantó, sintió que estando ya erguido algo en su cuerpo se seguía elevando. Tal fue su impresión que en el siguiente descanso salió a buscar una librería donde encontrar algo de información sobre el tema, y empezó a practicar.
Pocos años después se mudó a Londres para estudiar en el Shiatsu College of London, para luego trasladarse a Nueva York y especializarse junto a la experta en la materia Pauline Sasaki. Pasado algún tiempo, abrió su propia consulta y empezó a trabajar con el prestigioso Dr. Mehmet Oz, cardiólogo del Hospital de la Universidad de Columbia, ex colaborador del programa de Oprah Winfrey y actualmente conductor de su propio show en FOX.
Fue con él que Sánchez empezó a tratar los pacientes sometidos a trasplante de corazón, aplicándoles shiatsu antes, durante y después de las operaciones. Los resultados fueron tan positivos que en menos de dos años pasó de hacer terapia de forma experimental a tratar pacientes de diferentes doctores, tanto dentro como fuera del quirófano.
Durante las intervenciones, Diego se encargaba de monitorear energéticamente a los pacientes, redirigir la energía hacia los lugares en la que no circulaba bien, o hacer la conexión entre la energía del nuevo corazón y el cuerpo que lo iba a alojar.
Tal como dice él, “hacía las presentaciones entre los nuevos vecinos”. De este modo, el shiatsu vino a complementar con los saberes de la medicina china la forma de concebir el cuerpo que tiene la medicina occidental, algo que la ayuda a cumplir mejor con sus objetivos.
Tanto es así que el shiatsu se sigue practicando en los trasplantes de corazón de aquél hospital.

Espiritualidad al alcance de todos
En su afán por trabajar el bienestar de una manera integral y lo más accesible posible, este terapeuta también desarrolla desde hace años lo que él llama “meditación activa”.
La mayoría de la gente que se acerca a la meditación tradicional, cuenta Sánchez, se frustra porque no logra sentirse cómoda o poner la mente en blanco, y cree que es incapaz de meditar.
Dejar la mente en blanco no es un objetivo en sí mismo sino una consecuencia del estado de meditación. Lo que Sánchez propone es no cancelar la mente –para él la mente es naturalmente activa–, sino que busca es darle una actividad precisa, para que la persona pueda expandirse energéticamente mientras la mente está ocupada en algo que es conducente a ese estado.
Como aclara, “si estoy tratando de lograr algo y no puedo, esa misma energía de frustración me contrae. Es algo como los mantras o el rosario. Si se trata de rezar pero no se sabe lo que hay que decir se entra en un estado de frustración totalmente improductivo”.
La solución que encuentra es darle algo rutinario que hacer a la mente de modo que se logre calmar: “es como darle a la mente un hueso para roer, y así de mientras tú haces otra cosa”.
La mente, cuenta Sánchez, no es solo un impedimento para la meditación sino que puede resultar un trampolín extremadamente útil para la expansión si se dan las herramientas correctas.
Para ello, una de las técnicas que usa es la de invitar a que sus pacientes imaginen que tienen una esfera en la zona del perineo, y que ésta gira.
Si lo hace hacia la izquierda, puntualiza Diego, la energía fluye de la tierra hacia el cielo, algo que resulta muy placentero, es como si te pararas arriba de un géiser. Sin embargo, hacer girar esa esfera en el sentido de las agujas del reloj produce una sensación muy diferente: es como una ducha de agua fría. Eso sucede porque uno te expande energéticamente, mientras que el otro te contrae”.

Una transición energética
Con el final de 2012 se acerca un cambio de era energética. David Sánchez explica que se pasará de un paradigma basado en las jerarquías, a una nueva etapa con predominio de “la parte femenina de Dios”, donde la forma de relación será más horizontal, colaborativa y participativa. 
Estos cambios, que ya tuvieron un pico el 11 del 11 de 2011, alcanzarán un nuevo cénit el 21 de diciembre de este año, día en el que los planetas se alinearán de una manera que solo sucede cada 26.000 años.
Aunque la mayoría de las personas no son conscientes de este hecho, explica este terapeuta, sí lo notan. O mejor dicho, sí lo notará su propio organismo y espíritu. La antesala del cambio provoca en mucha gente mayores niveles de ansiedad, estrés o desequilibrio en general. Ante esto, el propio Diego Sánchez propone hacer ejercicios de armonización energética para estar preparado para encarar este cambio de paradigma aprovechándolo, y sin que haya mayores incomodidades.

Extraído del OBSERVADOR
http://www.elobservador.com.uy/donde-las-manos-y-el-espiritu-se-encuentran-n235207